Arte: «La víctima» de Brandon Linares

Brandon Linares

La Víctima
3er LUGAR ARTE
Técnica Mixta
12º Grado, Ánimo Watts
Profesor Guía: Jesús Martínez

Brandon Linares Declaración del artista

Saludos, me llamo Brandon Linares y presento «La Víctima», una obra de arte con un importante mensaje para la sociedad y las futuras generaciones de artistas. Escribí esta declaración para que fuera interactiva, como si surgiera directamente de mis pensamientos y no sólo de las palabras. El tema principal de la obra de arte es un autorretrato, que me representa envuelta en ira-muerte en carne viva (de ahí las llamas en mi pelo). Yo era una víctima.

Cuando el arte generado por IA se hizo popular, me sentí abrumada. La idea de que la tecnología se llevara mis sueños despertó en mí una inmensa frustración. No podía pensar con claridad; sentía que crear arte era inútil. Decidí enemistarme con la tecnología. Mientras atacaba a la IA, sentí que mi cuerpo se contorsionaba y distorsionaba. Juraría que la golpeé con el brazo izquierdo, pero era el derecho. Noté que mi mente se nublaba y no podía controlarme. Todo se volvió abstracto, incluso mi propio cuerpo. Detrás de mi autorretrato, mi espíritu creativo aparece como un esqueleto, iluminado por llamas vibrantes que parpadean y huyen de mi cuerpo.

Sin embargo, durante mis momentos más oscuros, apareció una imagen en mi mente: un pequeño niño llorando al que consolaba un robot. Era una señal de esperanza. ¿Podría hacerme amigo de la tecnología? ¿Podría ser compañera de un artista? Me di cuenta de que había atacado demasiado pronto. Ahora veo que la inversión de mi brazo es una advertencia silenciosa, que se retuerce contra mí. Mi agresión estaba desalineada con mi verdadero camino. Incluso mi propio cuerpo se resistió al acto.

Sentí una presencia cálida en mi corazón, e imaginé un planeta oscuro, devorado por el fuego, que era alejado por una imagen mía y de un robot cogidos de la mano, caminando hacia el paraíso. Esta visión surgió dentro de un corazón de LED azules, donde empezó a fluir la creatividad. Por encima de los campos de fruta en crecimiento (esquina inferior izquierda), los robots ayudan con el trabajo manual, regando las plantas y apoyando a las personas necesitadas. Veo a un hombre salvado de caer por un acantilado por su robot excursionista, y a un robot empujando a un hombre en silla de ruedas, ayudándole en todo lo que necesite. Estas imágenes representan un futuro en el que humanos y máquinas coexisten armoniosamente.

Dentro de este espacio creativo, sentí la presencia de otra mente, representada por un vacío púrpura. En el vacío, mis oscuras opiniones sobre la tecnología se desvanecieron al ver que se establecía una conexión. Se formó una chispa entre dos manos, abriendo mis ojos a las tribulaciones que me aguardaban. Del corazón LED azul surgió un brazo que representaba a alguien adicto a la tecnología. La vida de esta persona ha sido consumida por ella, y su brazo se ha vuelto gris y sin vida.

Esto representa el peligro del arte y el consumismo de la IA. A la derecha del brazo, veo a un antiguo artista consumido por la IA. Un hombre está encadenado a su teléfono, el dispositivo corrompiendo su corazón y convirtiendo su vida en partículas de glitch. Su cuerpo se funde en el vacío púrpura, que simboliza su mente corrompida. El vacío revela dos figuras: una con la mente completamente tomada por la tecnología, y otra perdiendo su humanidad a manos del consumismo.

Mirando de cerca al robot que ataqué, me di cuenta de que nunca quiso hacerme daño. Estaba programado para no destruir a los humanos, y miró hacia otro lado para evitar que me convirtiera en una víctima de la pérdida de creatividad. El mensaje positivo que golpeaba era para que yo lo viera, un recordatorio de que no necesitaba luchar.

Ahora lo veo, este robot soy yo, una versión de mí misma si hubiera descuidado mis sueños y permitido que la tecnología me consumiera. Me he salvado. Espero que mis palabras lleguen a los artistas que luchan contra la atracción de las redes sociales y el mal uso de la tecnología. Yo me salvé y espero que ellos sigan mis pasos.

Si alguna vez te sientes atrapado en un desplazamiento interminable y te falta motivación, recuerda: tu vida es corta. Levántate, crea, aprende y vive. Pregúntate cada día: «¿Me he ganado este atardecer?». No te conviertas en esclavo de la tecnología y el consumismo. Utilízala para alcanzar tus sueños. Piensa en un futuro mejor: las máquinas y las personas pueden coexistir mientras recordemos: nosotros creamos el futuro.